La verdad es que vinieron muy preparaditas, trabajaron bien las canciones durante el verano... Así que trabajamos un poco de sonido. Como son muy pequeñas, no nos pusimos a hacer ejercicios de sonido en plan Sonorité, sino que lo hicimos sobre la misma pieza. El trabajo fue bien simple: soplar con consonantes.
La gran desventaja que tienen los alumnos que empiezan a tocar la flauta es que se vacían mientras soplan. Son como un globo cuando se desinfla... Pierden la gran parte del aire en el primer soplido y ya no les queda nada más para continuar soplando. Es por eso que va bien trabajar con algún tipo de resistencia. Soplar con una S (sssssssssssssssssssssss) o con una F (fffffffffffffffffffffffffff) nos da una resistencia que nos activa el soporte de una forma natural. Tras trabajar las cancioncitas de esta manera, pasamos a soplar de la manera convencional. El resultado es un sonido mucho más abierto y con más velocidad de aire.
No nos tenemos que olvidar de trabajar este tipo de asuntos con nuestros alumnos, aunque estos sean niños. Que sean niños no quiere decir que no puedan mejorar sonido. Eso sí, no lo tenemos que convertir en una obsesión...
Os dejo con un vídeo muy mono:
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