La flauta es un instrumento que solamente tiene un registro... los otros dos se consiguen mediante armónicos. La velocidad del aire, la manera en que soplamos, es elemental para conseguir el cambio de registros. No debemos pensar en soplar más fuerte o soplar más para conseguir notas del registro medio o agudo... Es mucho más simple que eso. Sólo tenemos que soplar más rápido o más lento. O, si lo preferís, cerca y lejos.
Si queréis hacer el experimento...
Poneos la palma de la mano justo delante de la boca y echadle el aliento. Fijaos en la posición de vuestros labios: tenéis la boca abierta, ¿cierto?. Y ¿cómo sale el aire? Lento, ¿no?
Ahora, alejaos la mano lo máximo que podáis y echadle el aliento. ¿Qué sucede? El aire no llega. Bien... Ahora lo que vais a hacer (si queréis, claro...) es, manteniendo la mano alejada, soplar y que el aire os toque la palma. ¿Cómo tenéis los labios? Así como si estuvierais dando un beso, ¿no? Ok...
Cuando soplamos cerca, el agujero que se forma entre los labios queda más abierto y cuando soplamos lejos sucede lo contrario. Este agujero es el que nos define las velocidades del aire...
Quizás este artículo no os solucione muchos problemas en el registro agudo, pero tal vez os de herramientas para trabajar el registro grave. Intentad tocar el registro grave soplando a cámara lenta... Como si el aire tardase muchísimo en llegar al bisel... Si os suenan los graves con mucho aire alrededor del sonido, tal vez debáis bajarle la velocidad al aire... Soplad a cáááááááámaaaraaaaa leeeeeeeeeentaaaaaaaaa.
¡¡¡Espero que os ayude!!!
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