jueves, 24 de noviembre de 2016

Calentando el círculo

Buenos días!

El círculo de quintas es muy buena herramienta no sólo para calentar las manos y los dedos para empezar a estudiar, sino también para la cabeza. Es muy normal que nos perdamos... Lo ideal es saberse el círculo de memoria. 


Si cometemos algún fallo, nos lo guardamos porque tal vez haya sonado algo que nos ha gustado y vale la pena aprovecharlo para transportarlo a todos los tonos una vez acabado el ejercicio. Una pequeña muestra a continuación...

domingo, 25 de septiembre de 2016

Las recetas de cocina y el integrismo flautístico

Me gusta cocinar. Creo que soy bastante apañado y sigo pocas recetas... Me gusta hacer platos con lo que tengo en la nevera y a veces salen bien y otras mal. Las pocas recetas que sigo son de currys. Me gusta mucho la comida india y la verdad es que el rollo de las especias es algo que me atrae mucho. 

Cuando empecé a cocinar currys, seguía a rajatabla unas recetas de un canal de youtube de una señora inglesa muy divertida en el canal "Titli's busy kitchen" y la verdad es que quedaban muy buenas... Pero poco a poco se van agotando las especias y como cocinas indio de uvas a peras, pues como que no te acuerdas de ir al herbolario y acabas cocinando con lo que tienes. Por cierto, tengo que ir a comprar porque ya casi sólo me queda chili en polvo! 

Lo que vengo a decir es que el curry al estilo Madras lleva garam masala, y hace un año y pico que se me acabó, pero continúo cocinando al estilo Madras pero sin garam masala y, seguramente, eso hace que ese curry ya no sea considerado un Madras. Pero bueno, a mí me gusta y a mi pareja también. A veces lo hago más picante, otras menos... Me gusta cocinar! Además, en la cocina india se suele usar ghee en vez de aceite de oliva, pero a mí me da igual... Paso. Y me gusta como me queda, y a mi pareja también.

A lo que voy realmente es que, como oyente, no me importa qué recursos utiliza un músico para conseguir el resultado... me importa el resultado. Ni me interesa ni cómo respira, ni cómo coloca los pies, ni cómo pasa el arco, ni cómo usa el peso de sus brazos, ni la marca de sus zapatillas, ni si lleva americana con pajarita, ni cómo es su embocadura, ni cómo coloca el pulgar de la mano derecha... Lo que me interesa es la música. 

Como cocinitas, me gusta el resultado. Si voy a un restaurante y pido algo que resulta ser un plato de primera, voy a intentar pensar cómo lo han hecho para luego intentar imitarlo en casa. Y como flautista también. Primero el resultado y, tras escucharlo, tal vez me pregunte "cómo" consigue eso para luego estudiarlo, analizarlo y, si lo veo viable, adaptarlo a mi manera de tocar. 

Usa el oído, sé crítico y humilde. Tienes mucho a mejorar pero no todo lo que haces está mal. 








domingo, 20 de marzo de 2016

Enfocant el So


¡ATENCIÓN! NUEVO HORARIO

Para la semana del 25 al 30 de Julio, también habrá horario de mañana, de 10 a 14h. Más información en la página de Enfocant el So, en el menú de la parte superior de esta página.

sábado, 5 de marzo de 2016

4º Enfocant el So!

¡Vuelve el curso Enfocant el So!
En el apartado "Enfocant el So" que encontraréis en la parte superior de esta página podréis encontrar toda la informació relativa a las inscripciones.

Tanto mi amiga y compañera de aventura Mirjam Plas como yo mismo estamos muy contentos de poder volver a ofrecer este curso que, como novedad de este año, tendremos una edición de mañanas y otra de tardes para que los alumnos que se quedaban fuera por falta de plazas puedan tener una alternativa.

martes, 4 de agosto de 2015

Técnica, técnica, técnica...


Hoy leía una crítica de un concierto de piano y me llamó la atención que el crítico separase el "toque sutil" y la "técnica" de la pianista. No entiendo nada.

Con cualquier instrumento pasa lo mismo... Cuando alguien toca rápido, se dice que tiene técnica. Y cuando alguien toca lento y con buen sonido, se dice que tiene un "toque sutil" o un "sonido aterciopelado". ¡Como si el sonido no fuera fruto de un buen estudio técnico! Esto, que puede parecer una tontería, perjudica a los alumnos, ya que cuando se les dice que deben estudiar técnica, se ponen a tocar rápido y mal (en vez de lento y bien). ¡Y es que la técnica lo es todo! 

Parece que el concepto "técnica" lo tienen mucho más claro los periodistas deportivos. Cuando se habla de un jugador técnico, se habla de un jugador que sabe posicionarse dentro del campo, que tiene control sobre el balón (control, pase, chute...). En cambio, los periodistas musicales parece que sólo se fijan en la velocidad, y a eso le llaman técnica. Además, cuando un músico toca con buen sonido y es expresivo en cada pasaje, se dice que tiene un talento y una sensibilidad únicas. ¡Le están quitando mérito!

Vamos, voy a hacer mis notas largas y luego un poco de arpegios... Que las dos cosas son técnica y en las dos busco lo mismo: que suene bien la flauta.

domingo, 17 de mayo de 2015

"El Vibrato en 1905" por Marcel Moyse

Continuando con los textos del libro "Cómo me mantuve en forma" de Moyse, aquí os dejo otra traducción...


El Vibrato en 1905

Hará unos 70 años que el vibrato llegó a París entre los instrumentistas de viento. Por aquel entonces lo llamaban "cache-misère" (algo así como "esconde-miserias"; algo con lo que escondían los problemas de afinación y calidad de sonido, etc.)

Empecé mis estudios musicales un poco antes de 1900 así que pude seguir intensamente las discusiones que provocó esta aparición. Es por esto que creo que estoy suficientemente cualificado como para daros un resumen bastante preciso que quizás os pueda ayudar a entender las razones por las que busqué la expresión musical a través de las melodías mismas. Asimismo, espero que os ayude a buscar vuestro propio camino.

Esta aparición del vibrato, especialmente entre los vientos, no fue aceptada con nada de entusiasmo. Instrumentistas con mucho talento habían buscado durante mucho tiempo, no sin dificultades, un sonido en todos los registros que fuera puro, estable y flexible; por no decir que esta perfección la consideraban la piedra angular de su arte.

Durante años los opositores al vibrato resistieron con éxito a los asaltos de los partidarios, gracias (vale la pena decirlo) a la ineptitud de estos últimos. ¿Por qué? Porque con algunos cantantes y con muchos instrumentistas de cuerda, no sólo la calidad del vibrato dejaba mucho que desear, sino que además su uso indiscriminado tenía consecuencias deplorables en la música. La mayoría de los instrumentistas de viento lo usaban como una especie de temblor, un jadeo continuo que provoca en el oyente ideas... extra musicales.

No vivistéis esa época - Las palabras "fantástico", "estupendo" a penas se usaban ("estupendo" sólo en deporte). De un buen músico se decía "Qué sonido tan bello, qué artista".

Mi querido Fernand, pido tu testimonio. Pienso mucho en ti. Te estoy tan agradecido por haberme alertado de los excesos de mi naturaleza descontrolada, de mi entusiasmo desbordado.

Fernand Blachet fue alumno del admirable Henri Lefèvre, clarinete solista de la orquesta de la Ópera y de Concerts Lamoureux. En aquella época nunca pensé que sería compañero suyo en la orquesta Lamoureux durante cuatro años. Fernand Blachet fue solista de la Garde Républicaine. Cuando se retiró, pasó a ser profesor en el Conservatorio de Caen y formó a excelentes clarinetistas, entre ellos al conocido Jacques Lancelot.

Había muchos opositores, incluso entre los violinistas. Era toda una experiencia escuchar sus discusiones después de las actuaciones de los virtuosos de la nueva escuela... "Mi querido amigo, en mis tiempos no éramos histéricos; el vibrato era desconocido... eso no detuvo a gente como Joachim, Sarasate, etc, etc..."!
Vibrato? Era peor que el cólera.

Se hablaba de los jóvenes partidarios del vibrato, de un joven flautista por ejemplo como si fuera un criminal. Los juicios eran definitivos, sin apelaciones. Cuántas veces presencié intercambios de opiniones en bares o fosos de orquesta:

- Conoces a tal?
- Sí.
- Toca bien? Qué opinas tú?
- No. Vibra.

Era implacable. Era como la guillotina. Te entraban escalofríos en los huesos. Sabías lo que te esperaba si... ?

Eso era el vibrato en 1905.


domingo, 3 de mayo de 2015

"Sonido, Afinación" por Marcel Moyse

Hace poco fui a escuchar clases de Júlia Gállego en la ESMúC y se mencionaron unos textos de Marcel Moyse en su libro "Cómo pude mantenerme en forma" ("Comment j'ai pu maintenir ma forme", Marcel Moyse, SCHOTT).
Para quien no los pueda leer en francés, alemán o inglés, aquí le dejo una traducción.


Sonido, Afinación

Es difícil definir con precisión lo que es un sonido bonito. En cambio, es mucho más fácil para un buen músico escuchar y (cuando sea necesario) demostrar que una nota es demasiado alta o demasiado baja respecto al "la" del diapasón o respecto a otras notas en una melodía, o incluso respecto a un acorde del que forme parte.

Cuántas veces oí decir a mi querido maestro Paul Taffanel: "de todos los instrumentos de viento, la flauta tiene, con diferencia, el principio de construcción más simple". No hay nada entre el tubo sonoro y el flautista. El flautista debe producir las vibraciones en la columna de aire a través de sus labios -forma, flexibilidad, control.

Las cualidades físicas del flautista (sus labios, dientes, mandíbula) y la calidad de sus tejidos (flexibilidad, circulación sanguínea) juegan un papel muy importante. Por este motivo es bastante difícil indicar con precisión, a un alumno en sus primeras clases, dónde debe colocar sus labios respecto al agujero del bisel.

Bisel demasiado cubierto: sonido pequeño, borroso, bajo de afinación. Bisel demasiado abierto: sonido poco claro, sin color, sin vida. Ninguno de estos dos casos satisface el oído del profesor, ni del alumno. Este último empieza a usar métodos empíricos sin fundamentos de control: proyección violenta de la columna de aire, uso de la fuerza, tensión de labios exagerada. El instinto de dominio, inherente en todo individuo, lo lleva a usar la fuerza, y la fuerza sin flexibilidad sólo puede ir en detrimento de la producción de un sonido de buena calidad.

La búsqueda de timbre, color, vida; el uso para este propósito de un ligero temblor entre los labios (casi un vibrato imperceptible); todos estos medios indican un empirismo inteligente más que unas reglas precisas. Para encontrar este timbre y color, primero debe intentarse con notas que sean relativamente fáciles de producir. Esto es porque el anteriormente mencionado vibrato ligero es sólo posible si los labios están totalmente flexibles. Existen ejercicios fantásticos para los otros casos.

La barbilla puede jugar un papel corrector importante, ya que gracias a su extrema movilidad la dirección de la columna de aire puede ser alterada. Pero seguir en esta dirección nos llevaría demasiado lejos y desarrollar todo lo dicho anteriormente nos llevaría un método entero.

He dicho suficiente sobre esto como para poder afirmar que con práctica, perseverancia, un poco de inteligencia y con la ayuda de unos labios bien disciplinados gracias al estudio de ejercicios apropiados, un flautista medianamente talentoso puede esperar hacer sonar la flauta con buen sonido y acercarse a tener una afinación perfecta.

Cuando oigo a un flautista con talento emitiendo sonidos de excepcional calidad quiero preguntarle las siguientes preguntas en este orden:
1. ¿Dónde compraste tus labios?
2. ¿Quién fue tu profesor?
3. ¿Qué ejercicios estudiaste?
4. Permiso para examinar las características de su embocadura.

Las características de la flauta en sí me importan menos. Muchos aficionados ricos tienen instrumentos magníficos y los tocan  tan mal... Muchos metales paran de vibrar cuando algunas manos los tocan...

Para una buena calidad de sonido, todos los instrumentos de viento dependen de la columna de aire, la calidad de los labios, las cañas, las boquillas.

Como mínimo para un flautista, el factor más importante es el de la flexibilidad de labios. Esta flexibilidad es necesaria no solamente para la belleza del sonido, sino también para:
- ligaduras en intervalos amplios
- inflexiones
- unidad de una línea melódica
- igualdad de las ligaduras entre notas y grupos de notas
- buenos ataques (especialmente en los registros extremos)
- y finalmente, mejor control de calidad y afinación durante crescendos y decrescendos.

El movimiento de los pulmones debería ser sin contracción de estos. La garganta y los labios deberían dejar que la columna de aire fluyera libremente pero de manera controlada, sin importar la cantidad o velocidad. Podemos comparar nuestra columna de aire con un chorro de agua. El agua fluye de manera flexible si la presión está en la proporción correcta con la capacidad de canalización de la manguera. Podemos soplar suavemente contra este chorro de agua de manera transversal sin miedo a que se rompa. Una columna de aire flexible está lista para vibrar si los labios la canalizan de la misma manera. Ya tenemos casi todos los elementos necesarios para un sonido vibrante. Cuanto más bonito sea el sonido, más va a poder desarrollarse su resonancia natural. No podemos hacer vibrar de manera artificial lo que no vibra de manera natural...  Lo agitamos, eso es todo.




Sería un poco naíf pensar que agitar más rápido o lentamente los sonidos de una frase musical es suficiente como para hacerla más expresiva. El estudio técnico de las batidas regulares, más o menos rápidas, sobre una nota larga para imitar el vibrato de un instrumento de cuerda es un error. Acentuar más o menos las pulsaciones, medirlas - que ya es el colmo- no es vibrar, es ondular -mejor aún, es jedear. No hay emoción, es agitación organizada.

Este pseudo-vibrato, medido a 3, 4, 5, e incluso 7 por segundo, está indudablemente destinado a molestar, a destruir el significado expresivo de una frase musical, ya que las notas que la componen no duran lo mismo ni tienen la misma importancia expresiva. Los sonidos irán a la deriva a merced de las ondulaciones, como lo harían piezas de madera de diferentes medidas a merced de las olas de un mar agitado.

No entiendo por qué esta manera tan simplista de resolver el problema del vibrato tiene tantos adeptos. Debilidad, pereza, incomprensión??? Esto es, en todo caso, un concepto de interpretación bien curioso.

*) Nunca he sido partidario de esta distinguida llave maestra de la expresión. Pero si fuera el caso, recomendaría a mis alumnos, sin dudarlo ni un momento, que se fueran varios meses a las montañas con las ovejas y las cabras. Allí el aire es puro, excelente para pulmones demasiado ejercitados. Los balidos reinan como maestros absolutos, constantes, potentes y de forma variada. Son muy contagiosos y se pegan fácil y discretamente como un acento de Texas o Marsella.
Se puede soñar con algo mejor?